Efectivamente, Alonso, era yo. De hecho, ya sospechaba quién eras antes del examen, y claro, cuando vi la lista ya salí de dudas. Te lo iba a comentar al final del examen, pero cuando salí ya te habías ido. Fíjate, los dos Fernandos en Acalon
Por otra parte, lo de nuestra mesa fue un pitorreo, joder. Yo estaba que me subía por las paredes, porque quería empezar el examen de una vez, en mi mente no cabía otra cosa, y claro, tanta espera desconcentra.
En fin, a ver si es verdad lo que parece ser el sentir general y las notas bajan en consonancia con la dificultad del examen, porque si no... Yo no llego a los 400 puntos ni de lejos, vamos.
P.D.: A mi el color del examen no me molestó, la verdad.