Anda, Clemens, que ayer desapareciste impunemente sin que te pudiéramos conocer tus alumnos, y sin que pudiéramos celebrar contigo el que, a pesar de todo, consiguieras el destinazo que te merecías. Para mí, eres casi tan misterioso como la Sta. Numerocinco. Yo ya estoy a demasiados kilómetros como ...